La práctica del yoga Iyengar se basa en centrar al cuerpo en un alineamiento a partir del cual se reorganiza la postura física, debido a ello, se produce una sinergia entre el sistema psíquico mental, el sistema músculo esquelético, los sistemas regidos por órganos y la intelectualidad.
La práctica de posturas se apoya en el uso de soportes materiales como bloques de madera, mantas, cintas, cojines y sillas, por lo que permite mejorar el despliegue de flexibilidad y fuerza de las personas. Además el uso de estos complementos ayuda a mejorar las posturas y contribuye a que las personas que tienen alguna limitación física puedan hacer las posturas.
Beneficios del yoga Iyengar
El yoga Iyengar es una forma eficaz de sanar el cuerpo, el alma y la mente a través de ejercicios que enaltecen y nos nutren, sus beneficios principales son:
- Fortalece el sistema inmunológico.
- Ayuda a eliminar dolencias, trastornos y enfermedades del organismo.
- Favorece la respiración, mejora la circulación de la sangre y disminuye la presión arterial.
- Ayuda a combatir el insomnio.
- Ayuda a lograr la alineación de músculos, articulaciones, huesos y a mejorar la postura.
- Reduce la ansiedad, el estrés y la depresión sustituyéndolos por una gran sensación de bienestar.
- Potencia la estabilidad emocional, la focalización y la tranquilidad mental.
- Ayuda a alinear cuerpo, mente y espíritu, para lograr tener un equilibrio total.
- Mejora la concentración y la disposición.
Sin duda el yoga Iyengar es una práctica bien equilibrada la cual proporciona todos los beneficios del yoga, como en la mayoría de prácticas de asana, vas a lograr crecer en fuerza, flexibilidad, conocimiento del cuerpo y paz interior.
Posturas del yoga Iyengar
Las posturas deben ser practicadas a primera hora de la mañana o al atardecer, es recomendable hacerlas después de haber hecho la digestión de las comidas, deben practicarse en un lugar limpio, ventilado, cómodo y mediante el uso de una esterilla de yoga o manta doblada, aquí tienes las mejores posturas del yoga Iyengar:
Postura el Guerrero II (Virabhadrasana II)
Hacer la postura de la montaña, exhalar dando un paso hacia la derecha, girar 90º el pie derecho hacia afuera, y 15º el pie izquierdo, mira hacia adelante, inspira y alza los brazos en forma horizontal formando una T, flexiona la rodilla derecha 90º , manteniendo la rodilla sobre el tobillo, mantén la mirada a lo largo de la mano derecha, sostén la postura 30 segundos a 1 minuto, cambiar de lado y repetir.
Postura del arado (Halasana)
La práctica de Halasana con regularidad ayuda a incrementar la confianza en si mismo y a incrementar la energía, después de una larga enfermedad, ayuda a establecer la calma y la estabilidad mental, alivia los efectos del estrés y la tensión, descansando y relajando el cerebro y los ojos. Esta postura se puede realizar directamente desde el suelo.
Postura del columpio (Lolasana)
Con esta postura el cuerpo se balancea hacia delante y hacia atrás entre los brazos, desarrollando fortaleza y ligereza, para practicarla debes: arrodillarte con las palmas de las manos en el suelo, levantar el pie derecho y colocar la tibia derecha sobre la pantorrilla izquierda, luego siéntate sobre los pies, con las palmas de las manos extendidas y los dedos apuntando al frente, inclina el tronco hacia adelante y estira los brazos presionando con las palmas de las manos contra el suelo, balanceate y repite.
Postura del cocodrilo (Makarasana)
La postura del cocodrilo es una variación de salabhasana en donde las manos se entrelazan y colocan detrás de la cabeza, para realizarla tumbate en el suelo boca abajo, piernas juntas, estiradas y firmes, pies juntos con los empeines apoyados en el suelo y los de dos de los pies apuntando hacia atrás, espira y levanta la cabeza, tronco y piernas al mismo tiempo, solo el abdomen se apoya en el suelo.
Postura del saltamontes (Salabhasana)
Esta posición se asemeja a un saltamontes posado en el suelo, el pecho y las piernas se elevan y se extienden dando a la postura una fuerza de tensión, es muy buena para quemar grasa y tonificar. Para hacerla tienes que tumbarte en el suelo boca abajo, piernas juntas, estiradas y firmes, pies juntos con los empeines apoyados en el suelo y los dedos de los pies apuntando hacia atrás, lleve los brazos hacia atrás a los lados del tronco con las palmas de las manos hacia arriba.
Postura del bastón (Dandasana)
Dandasana es la postura base de las asanas sentadas y flexiones, por ello es muy importante no desdeñar esta postura y analizar y sentir todos nuestros ajustes ya que serán estos ajustes son necesarios para mejorar la práctica de flexiones hacia adelante y otras posturas sentadas, Dandasana incrementa la fuerza de voluntad y mejora la estabilidad emocional.
Postura del sauce (Janu Sirsasana)
Esta postura ejerce un gran impacto dinámico sobre el cuerpo y brinda muchos beneficios, es excelente para dar flexibilidad en piernas y caderas, para realizarla: siéntate en Dandasana sobre una o dos mantas plegadas, flexiona la rodilla derecha lentamente, acercando el talón hacia el perineo, borde externo de tu pie derecho y empeine tocando el suelo, con la rodilla apoyada en el suelo llévela lo más atrás posible formando un ángulo mayor de 90º respecto a la pierna izquierda estirada, la rodilla derecha y el muslo externo derecho deben estar apoyados sobre el suelo, si no los apoyas utiliza un soporte o manta debajo de tu rodilla para que se apoye y coloca más altura sobre tus glúteos.
Postura del camello (Ustrasana)
Es una postura recomendable para principiantes y personas mayores ya que es relativamente sencilla y es útil como asana preparatoria para avanzar en los estiramientos hacia atrás, la práctica de Ustrasana compensa la actividad sedentaria y es recomendable su práctica para aquellos que pasan muchas horas sentados.
Existen muchas posiciones y posturas para practicar el yoga Iyengar, estas son solo algunas, pero sin duda te ayudaran a aliviar el cuerpo y relajar la mente. Ponlas en práctica cada una de ellas siempre que puedas y notarás una notable mejoría tanto física como mental.